Título: [Celebración del cincuenta aniversario de la Sociedad Euskalduna de París. Entrevista a Jean Borzaire]
Año: 1962
Duración: 11 min., 27 seg.
Fondo sonoro: Radio París. Ramírez/del Campo
El proyecto nacionalista español del franquismo concebía a España como una realidad homogénea, por lo que era preciso eliminar todo rasgo de heterogeneidad, ya fuera política, ideológica, identitaria o cultural. Por ello, culturas y lenguas como la gallega, la catalana y la vasca, fueron condenadas a la marginalidad. Y si bien entre fines de los años cuarenta (1946) se empezaba a tolerar la publicación de libros y más tarde revistas (1959) en lo que se definía como “lenguas vernáculas” (en contraposición a las etapas anteriores, de feroz represión lingüística y cultural), la única lengua oficial reconocida por la dictadura era el castellano.
Por otra parte, los elementos culturales propios de las distintas “nacionalidades” históricas, fueron tolerados únicamente como parte del variado folklore de lo que, supuestamente, constituía la esencia de todo “lo español”. Un folklore, evidentemente, tergiversado, manipulado, y privado de su carácter reivindicativo e identitario, transformado en producto de consumo de masas, y utilizado como una forma más de desmovilización social, prácticamente equiparable (salvando las distancias) al panem et circenses romano.
Hubo tres caminos (a menudo entrecruzados) para el desarrollo de esas culturas y esas lenguas. Los dos primeros resultan evidentes: el exilio y la clandestinidad, siento el tercero el tratar de aprovechar los estrechos cauces legales. En el País Vasco, donde la cultura estaba escindida entre la vasco-española y la etno-euskaldún (FUSI, 1999), el uso de la lengua se convirtió en símbolo político de la resistencia, y la actividad cultural interior se refugió precisamente en ciertas instituciones, asociaciones y manifestaciones de naturaleza cultural y folklórica, como también recreativa e incluso deportiva, con fuerte apoyo de prominentes sectores del clero vasco (RIQUER, Borja de, 2010). No hay que olvidar en ese aspecto que las charlas del Padre Olaso (pseudónimo del sacerdote vasco exiliado Alberto Onaindía) fueron uno de los activos principales de “Radio París” entre 1946 y 1957. Y de hecho, se calcula que hubo un total de 16 sacerdotes vascos fusilados por las tropas de Franco durante la guerra civil, acusados de actividad política nacionalista.
Durante los años sesenta, y bajo la dirección de André Camp, “Radio París” desarrolló emisiones en catalán, gallego y euskera. En ese contexto, y con clara confluencia entre exilio, clandestinidad y manifestaciones culturales “toleradas” por el régimen, aparecieron igualmente en “Radio París” gran número de emisiones, orientadas a difundir y fortalecer la identidad nacional del pueblo vasco en su conjunto (incluyendo al País Vasco Francés), siempre en un sentido antifranquista. El programa “Irrintzi: de París al Pueblo Vasco en todo el Mundo” fue uno de los ejemplos más claros, pero no el único. Así, hubo emisiones grabadas a ambos lados de los Pirineos sobre:
-El Movimiento Coral Vasco, cuyo origen se remonta al siglo XIX: Coro Etorki, Presentación coro Etorki en París, coro vasco, txistu, Coral Irunesa de Cámara, Coral Santa Cecilia de San Sebastian, Agrupación Coral de Cámara de Pamplona. Aquí podemos destacar el célebre Eresoinka (Coro Nacional Vasco), creado por Gabriel Olaizola Gabarain en 1937 por orden del Lehendakari José Antonio Aguirre, que funcionó durante la guerra y desde el exilio a modo de resistencia cultural.
-La tamborrada donostiarra, de significado original militar: Irrintzi III, Jornadas turítico gastronómicas del suroeste de Francia en Biarritz I y II
-El Bertsolarismo, forma de poesía oral tradicional de carácter improvisado: concurso de berstolaris vascos en París y bertsolaris en el restaurante.
Todas ellas manifestaciones culturales folklóricas dotadas de una gran carga política nacionalista solapada.
Del mismo modo, se informó pormenorizadamente de cualquier actividad celebrada en Francia relacionada con el País Vasco, siempre con un transfondo político identitario, como por ejemplo:
-El cincuenta aniversario de la Sociedad Euskalduna de París: 50 aniversario de la Sociedad Euskalduna de París I y II
-El cincuenta aniversario de la Academia Vasca: 50 aniversario de la Academia Vasca
-Fiesta de exaltación de la lengua y valores vascos, que bien podría pertenecer a cualquiera de los actos anteriores: Fiesta de exaltación de la lengua vasca
-Representación de Matalas, pastoral vasca, sobre la figura de un héroe que para el nacionalismo vasco defendió los intereses de Euskal Herria: Matalas
Hay que tener en cuenta además que el propio Julián Antonio Ramírez estaba muy ligado al País Vasco. Había nacido en él (era donostiarra), se había formado allí, había combatido en el frente Norte durante la guerra civil, y conocía el idioma a la perfección. Si bien nunca se identificó con el independentismo.
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