Título: [Homenaje al General Herrera Linares en París : 2ª parte]
Año: [1967]
Duración: 11 min., 15 seg.
Fondo sonoro: Radio París. Ramírez/del Campo
Resumen: Recoge las intervenciones del profesor, Giner Pantoja, vicepresidente del Ateneo Iberoamericano de Paris y la de Daniel Mayer, ex ministro francés y presidente de la Liga francesa de Derechos del hombre, en el homenaje al general Herrera Linares.
Las grabaciones recogen el acto de homenaje póstumo que dedicó el Ateneo Iberoamericano de París, al que había sido su Presidente, y uno de sus más importantes fundadores, el General Herrera Linares, sin duda una de las más brillantes figuras en el campo de la ingeniería aeronáutica y militar de todo el siglo XX. El acto se celebró el 18 de noviembre de 1967, en el Gran Salón de Actos del Ateneo, y en él participó todo un elenco de personalidades, tanto francesas, como del exilio español. Entre los participantes franceses, cabe citar a Albert Jean François Roper, antiguo Secretario General de la Comisión Internacional de Navegación Aérea, y a Daniel William Mayer, destacado dirigente del Partido Socialista Francés, y Presidente de la “ligue Française des Droits de l’Homme” (entre 1958 y 1975). Y por lo que respecta a los exiliados republicanos, pueden destacarse varios nombres. Manuel de Irujo, uno de los principales dirigentes del PNV tanto en la República como en el exilio; el profesor José Giner Pantoja, gran historiador y archivista, sobrino del fundador de la Institución Libre de Enseñanza; y sobre todo Fernando Valera, importante político y escritor (sobrino de Juan Valera), y último Jefe de Gobierno de la República Española en el Exilio (entre 1971 y 1977).
Emilio Herrera Linares fue un brillante ingeniero militar, general del ejército español y renombrado político en el exilio. Desde el principio de su carrera destacó como piloto militar, y antes de la Guerra Civil ya era famoso en todo el mundo por sus logros en investigaciones aeronáuticas, entre los que se encuentra el diseño de la escafandra espacial en 1935, que tres décadas después utilizarían estadounidenses y soviéticos en sus viajes espaciales y con la que se llegaría a la Luna. Al estallar la contienda, aunque monárquico y antiguo colaborador de Alfonso XIII, se declaró fiel a la República, llegando al puesto de general en 1937. Con el triunfo del franquismo, se exilió a Francia, donde prosiguió con sus investigaciones y desarrollos aeronáuticos, colaborando al mismo tiempo con el Gobierno de la República Española en el exilio, formando parte de varios de sus gabinetes, y alcanzando la presidencia del mismo entre 1960 y 1962. Sin embargo, debido a la extrema pobreza en la que vivía, la Academia de la Ciencia francesa tuvo que otorgarle una pensión vitalicia para que pudiera subsistir, gracias a la gestión de Salvador de Madariaga. No obstante, la lista de logros científicos y de premios en reconocimiento a los mismos fue enorme, siendo una de las figuras centrales del exilio español. Se dice que la propia NASA le ofreció trabajar en el proyecto espacial, cosa que rechazó, y que el propio Neil Armstrong trajo una piedra lunar en su honor en el primer viaje a la Luna, como hombre cuyos inventos habían permitido la conquista del espacio. Falleció en Ginebra, en septiembre de 1967, y su funeral, aunque sobrio, resultó ciertamente emotivo. Según Fernando Valera:
"En la Iglesia de Ginebra donde se celebraron los funerales, por voluntad de la familia no había sobre el túmulo más que una corona: la ofrenda por el Gobierno de la República en Exilio, en nombre y representación de todos los ciudadanos libres de la España Errante y de la España Silenciosa. Un ejemplo, una enseñanza, un símbolo más, de cómo pueden hermanarse, con universal respeto de creyentes e incrédulos, la Iglesia y el Estado, la religión y la ciudadanía" (El Tiempo, Bogotá, 17-XI-1967)
Veáse otra parte del homenaje al General Herrera Linares en París:I parte
Universidad de Alicante. Biblioteca Universitaria. Fonoteca