Título: Entrevista a Yves Montand, actor y cantante
Año: [1963]
Duración: 6 min., 26 seg.
Fondo sonoro: Radio París. Ramírez/del Campo
Julián Antonio Ramírez entrevista al famoso actor y cantante Yves Montand en su camerino, en el 'Thêatre de L'Etoile'. Era un momento en la vida del artista en el que se hallaba haciendo un paréntesis en su carrera de actor, después de pasar cuatro años en Hollywood rodando como protagonista 'Let's Make Love' ('El multimillonario'), 'Sanctuary' ('Réquiem por una mujer') y 'My geisha' ('Mi dulce geisha'). Decepcionado con el éxito sólo relativo obtenido con esas tres películas, había vuelto por un tiempo a sus orígenes de cantante y actor de music hall.
Básicamente, la entrevista versa sobre su vida y su trabajo. El artista reveló que el criterio para elegir sus canciones era "reflejar el hombre de todos los días", con sus luces y sus sombras. Comentó también que ya había viajado y trabajado por todo el mundo, y que de hecho, acababa de regresar de cantar en un acto organizado por John F. Kennedy en plena capital de EEUU.
Evidentemente, la elección de Yves Montand como entrevistado no sólo se debía a su fama: había un trasfondo político importante: desde sus humildes orígenes (hijo de una familia obrera italiana, refugiada en Francia huyendo del fascismo), y sobre todo, desde su inicios artísticos, Yves Montand fue un verdadero "compañero de viaje" del Partido Comunista Francés, que incluso viajó a la URSS en 1956 a entrevistarse con Kruschev en el contexto de la invasión de Hungría.
Por otra parte, entre su repertorio de primeras canciones había un importante compromiso con la izquierda. De hecho, cabe destacar algunas de ellas, tales como 'Le temps des cerises' (La temporada de cerezas), compuesta en 1869 por Jean-Baptiste Clement y Antoine Renard, y que había sido adoptada como himno por la Comuna de Paris; también 'Le Chant de la Liberation' (Canción de la liberación), y sobre todo la famosa 'Le Chant des Partisans' (La canción de los guerrilleros), que el propio Julián Antonio Ramírez evoca en sus memorias (Ici París, 265). Si bien es cierto que con el tiempo se convertiría en gran detractor del stalinismo, y que establecería paulatinamente posiciones más próximas al Partido Socialista Francés y a la figura de Michel Rocard, como él mismo señalaría a fines de los 70.
Por otra parte, y aunque no se diga explícitamente, hay una velada crítica al régimen franquista inserto en la grabación, cuando el artista comenta que siente gran afecto por España y por el pueblo español, y que, en efecto, tiene muchos deseos de visitar España, pero que de momento no piensa ir... a pesar de contar con buenos amigos españoles, entre ellos Pablo Picasso, y otros “no tan célebres” que, aunque no se citen, podría interpretarse que también pertenecían al exilio.
Universidad de Alicante. Biblioteca Universitaria. Fonoteca